AGENTES ECONÓMICOS
Las familias juegan un doble papel en la economía: son a la vez las unidades de consumo y, por otra parte, son las propietarias de los recursos productivos. Su elección racional es maximizar la utilidad que obtienen al comprar bienes y servicios.
Las empresas son los agentes económicos destinados exclusivamente a la producción de bienes y servicios. Para realizar su actividad necesitan los factores productivos que les entregan las familias. A cambio de ello, pagarán unas rentas: sueldos y salarios como contrapartida del trabajo; intereses, beneficios, dividendos, etc., como contrapartida del capital; alquileres o simplemente renta como contrapartida de la tierra. Los bienes y servicios producidos por las empresas son ofrecidos a las familias que entregarán a cambio su precio. La racionalidad económica de la empresa es la obtención del máximo beneficio.
El estado es el agente económico cuya intervención en la actividad económica es más compleja. Por cada euro que se genera de renta, 50 céntimos los maneja el estado. Por ello, por una parte, el Estado acude a los mercados de factores y de bienes y servicios como oferente y como demandante. Al igual que las familias, es propietario de factores productivos que ofrece a las empresas de las que también demanda gran cantidad de bienes y servicios. A la vez es el mayor productor de bienes y servicios. Por otra parte, a diferencia de los otros agentes económicos, tiene capacidad coactiva para recaudar impuestos, tanto de las empresas como de las familias. Así mismo destinará parte de sus ingresos a realizar transferencias sin contrapartida a ciertas empresas que considere de interés social o a algunas familias mediante subsidios de desempleo, pensiones de jubilación y otras.